De los payasos a los bribones

Especial para Columnateca

En la ruina murió uno de los principales formadores de colombianos: el Payaso Bebé.

Por lo menos una generación creció viendo, escuchando y aprendiendo lo que el enorme hombre pintado decía con voz impostada de nene.

Como Plaza Sésamo, Animalandia era un programa de televisión que llenaba el vacío formativo de la casa y de la escuela. Ahí Bebé y sus compañeros payasos enseñaban a reír, a declamar, a brincar, a cantar canciones ridículas y a querer y respetar a los papitos.

Así, sin querer queriendo, la tele ha sido formadora, y en aspectos fundamentales, como la apropiación del mundo, los comportamientos, los amores y odios. Así como enseñó El Conde Contar lo hicieron Jaime Garzón, Fox Sports o Los Magníficos. Y, claro, Bebé.

Los medios, la calle y los amigos nos han enseñado números, palabras, acciones, imágenes, valores... han sido desmitificadores de realidades muchas veces ocultadas por la familia, la escuela y la iglesia. No es casual que haya crisis en estas tres instituciones, mientras crece la influencia de los primeros.

Hemos asumido como real lo que nos dicen los medios, como la verdad verdadera. Son la ventana al mundo e inciden en la moda y en la política... Son poderosos, tanto como exitosos los realities y las facultades de comunicación, incluso las de garaje. Todos quieren aparecer en medios.

Pasó con la radio, el cine y la TV. Cada medio tuvo su momento de esplendor. Y así como muchos crecimos con los muppets, Plaza Sésamo o La Ley Contra el Hampa, hoy el panorama es distinto.

Internet se ha convertido en el medio por excelencia, dadas todas sus posibilidades y ventajas, entre ellas la gratuidad y la multiplicidad. Cualquiera, con un teléfono o una cámara, un computador e Internet puede crear su propio espacio multimedial. Los jóvenes están creciendo bajo la influencia del e-mail, de Facebook, YouTube, Messenger, Mercadolibre, los blogs, los videojuegos... ¡y pueden participar!

A Bebé, sus canciones, sus valores, sus consejos, adiós.

Lo que viene es diferente. Nuevos medios, nuevas realidades, nuevas posibilidades... ¿mejores?

Muchos de los que dan ejemplo, los poderosos, los que aparecen en los medios, los gobernantes, los dueños de la opinión, los nuevos educadores son tramposos, mentirosos, ególatras, avaros, acaparadores, ventajosos, egoístas, envidiosos, intolerantes, déspotas, autoritarios, arbitrarios, indolentes e insolidarios. Esas son las virtudes que los han hecho grandes y famosos, casi convirtiéndolos en ejemplo para las nuevas generaciones...

Ojalá que no.

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